Cicatrización por segunda intención
Hoy os queremos presentar el caso de nuestro amigo Pochi , un precioso cruce de cocker.
Este peludo, hizo una escapada de varios días en la que fue mordido por varios perros.
Cuando llegó a la clínica presentaba múltiples lesiones por el cuerpo ,siendo la extremidad posterior izquierda la más afectada. Esta extremidad presentaba una fuerte miasis que había destruido parte del tejido muscular.

El daño de la piel era tan grande que la posibilidad de suturar los bordes era inviable. Por esto, decidimos dejar cerrar por segunda intención con la ayuda de vendajes y cremas cicatrizantes.

El tratamiento era muy lento pero Pochi evolucionada favorablemente, gracias a eso y a sus ganas de vivir nuestro pequeñajo se ha recuperado del todo y camina perfectamente.

Por último, y no menos importante, dar las gracias a los propietarios por la paciencia y confianza depositada en nuestro equipo.

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